Cinco hombres y cuatro mujeres conforman el jurado popular que juzgará la muerte violenta de la niña Asunta Basterra Porto, por la que sus padres, los únicos imputados en el caso, se enfrentan a hasta veinte años de cárcel. Asimismo, han sido elegidos dos suplentes, en este caso un hombre y una mujer.

El jurado se seleccionó ayer, en la primera jornada de la vista oral, y en este acto, que se prolongó durante más de cuatro horas, las partes rechazaron a cuatro posibles candidatos.

Tres han sido descartados por la defensa de los acusados, que ejercen los abogados José Luis Gutiérrez Aranguren, en representación de la madre de la niña, Rosario Porto; y Belén Hospido, que defiende al padre, Alfonso Basterra. La otra recusación la ha formulado el representante del Ministerio Fiscal, Jorge Fernández de Aránguiz.

Aparte de esta elección, el jurado también ha recibido información sobre el desarrollo del proceso, durante el cual no podrán hablar ni con los distintos abogados ni tampoco con los más de cien periodistas acreditados para cubrir este juicio, que se prolongará, en principio, hasta el próximo 21 de octubre.

El penalista José Luis Gutiérrez Aranguren, a su salida y en declaraciones a los medios de comunicación, ha admitido estar satisfecho con la selección de los miembros de este jurado, ya que confía "en los ciudadanos y en el sentido común".

El letrado ha explicado las recusaciones empleadas por la defensa, puesto que se trataba de personas en las que "no había condiciones de objetividad e imparcialidad", y, por lo tanto, se daban "causas legales" para la impugnación. En este sentido, ha señalado que hubo "dos personas", por ejemplo, que en el momento de cubrir el cuestionario "ponían que no tenían ningún tipo de prejuicio y opinión formada y era incierto". Aranguren manifestó su convicción acerca de la tarea que ha de desempeñar el jurado popular, y ello a pesar de que "temía que hubiese gente que estuviese influenciada por la información excesiva en torno a este caso".

Ha recordado que los "primeros interesados" en que el juicio "se celebre ya", después de un aplazamiento previo, son los abogados de la defensa, puesto que sus respectivos clientes permanecen en prisión preventiva desde hace más de dos años. El letrado de la asociación Clara Campoamor, Ricardo Pérez, que ejerce como acusación popular, manifestó también su convicción acerca de la fiabilidad del jurado.