Tenían nueve y cuatro años. Candela, la mayor, iba a celebrar la primera comunión en los próximos días. Ya tenía el vestido. Con su hermana Amia disfrutaron el domingo pasado de la Festa do Carneiro ó Espeto , la gran celebración gastronómica y popular de Moraña, la localidad gallega de 4.500 habitantes donde las niñas aparecieron ayer degolladas. ¿El asesino? Su propio padre. David Oubel Renedo, de 40 años, responsable de una gestoría en Caldas de Rei, criador de perros y jurado internacional en concursos caninos. Las mató, redactó una nota, se encerró en el baño e intentó suicidarse. Horas más tarde fue curado de las heridas leves y hoy pasará a disposición judicial.

Hace un año y medio David Oubel se divorció de Rocío, la madre de sus hijas. Esta rehizo su vida, y empezó a compartir su amor con otro hombre. David la amenazó en varias ocasiones. Rocío no se tomó en serio las advertencias. El hombre quiso provocar en su exmujer el mayor dolor posible, y lo logró con este doble asesinato.

ESCENARIO El dolor, la rabia, la impotencia, la angustia, la pena, la desesperación y más sentimientos complicados de describir se apoderaron de los vecinos de esta pequeña localidad de la provincia de Pontevedra, a 40 kilómetros de Santiago de Compostela. A la madre, la abuela materna y una tía no les dejaron acercarse hasta la casa, en la que la Guardia Civil pasó la mañana inspeccionando con cuidado el escenario del crimen. Tampoco les permitieron ver los cuerpos. Fuentes oficiales explicaron que el crimen fue "demasiado violento". Fuentes no oficiales contaron que el padre utilizó una radial para la comisión del crimen.

El matrimonio se separó hace año y medio y pactaron una custodia compartida que ambos cumplían a rajatabla. Y las niñas pasaban temporadas con uno y con el otro, sin salir de Moraña.

Durante este último año y medio separados no constan denuncias por malos tratos, ni amenazas. Aunque es cierto que algunos recordaban ayer como Rocío comentó que David no tomó bien que ella emprendiera una nueva relación sentimental con otro hombre.

Los padres se repartieron los días de vacaciones. Las pequeñas pasaron los últimos quince días con el padre, en la casa de la aldea. Alguna vecina comentó que a las niñas no les gustaba mucho estar con el padre. Pero otros explicaron que las veían contentas. Jugando felices con otros niños.

El padre tenía que llevar a las pequeñas hoy con la madre. Candela estaba nerviosa y emocionada con los preparativos de la comunión. En Galicia es costumbre que los niños tomen la comunión en agosto. En las familias habían muchos parientes fuera que volvían en verano.

La alcaldesa de Moraña, Luisa Piñeiro Arcos, íntima amiga de la madre se acercó al mediodía muy afectada hasta la vivienda. Anoche el consistorio celebró un pleno para decretar tres días de luto oficial por el incomprensible crimen.

El titular del juzgado número uno de Caldas, de guardia ayer, se hizo cargo de la instrucción de una investigación que llevará a cabo la Guardia Civil del puesto de Cuntis, un municipio vecino de Moraña. El asesino fue trasladado en ambulancia y custodiado por la Benemérita hasta el hospital de Montecelo con cortes leves en su muñeca.