Un bebé de entre una semana y diez días de edad fue rescatado con vida ayer por dos agentes de la Guardia Civil del interior de un contenedor de basura soterrado en la localidad madrileña de Mejorada del Campo, desde donde le trasladaron al Hospital del Henares (Coslada). Según informaron fuentes de Delegación del Gobierno, a las 07.21 horas se recibió una llamada al 062 de un vecino que, cuando paseaba a su perro, escuchó el llanto de un bebé en un cubo de basura soterrado en la avenida de los Toreros de Mejorada.

Hasta el lugar se ha trasladó un equipo de la Guardia Civil, y se avisó también a Bomberos de la Comunidad de Madrid, Summa y al servicio de recogida de residuos del Ayuntamiento. Después de que los miembros del servicio de recogida de basuras lograran sacar el contenedor, los agentes de la benemérita, Carlos y Andrés, encontraron al bebé en el interior de una mochila y le trasladaron en su coche patrulla al Hospital del Henares.

El guardia civil Carlos Rodríguez, uno de los dos agentes que ayer salvaron la vida del bebé, contó que ya había dejado de llorar cuando lo sacaron de la mochila donde estaba, entonces lo apretó contra el pecho y lo llevaron corriendo al hospital. "La criatura no reaccionaba, hemos intentado hablarle, la movía, la acariciaba y llegando al hospital ha roto a llorar. No nos hemos relajado porque la situación era muy tensa, pero teníamos la consciencia de que estaba vivo", declaró a Efe Televisión.

El camión de la basura de los técnicos del Ayuntamiento llegó a las 7.35 horas aproximadamente; a las 7.40 se encontró la bolsa donde estaba el bebé y a las 7.45 llegaron al centro sanitario. "Ha sido todo muy rápido, pero para nosotros han sido minutos que parecían horas", dijo Rodríguez. Relató que él y su compañero, Andrés Mollano, se encontraban prestando servicio de seguridad ciudadana en Mejorada del Campo cuando recibieron el aviso del cuartel, pues una persona había comunicado que oía lamentos procedentes de un contenedor de basuras.

El bebé será llevado previsiblemente a una residencia o a una familia del programa de acogimientos de urgencia, como marca el protocolo de actuación en estos casos.

El bebé, de entre una semana y diez días, se encontraba "cuidado y bien de peso", tenía restos de leche en la boca aunque estaba limpio y no presentaba lesiones físicas en el momento del hallazgo, según han confirmado fuentes sanitarias.