La manía de contarlo todo ya existía. Aquel que apunta lo que gasta, quien se mide la tensión a diario o el que revisa al detalle sus consumos. Pero, como suele ocurrir, 'apps' y sensores han automatizado este proceso y lo han extendido. Fue en el 2007 cuando un editor de la revista Wired, Kevin Kelley, acuñó la expresión yo cuantificado, cuya forma actual son los llamados 'wearables' --dispositivos conectados a internet con sensores corporales-- y los 'smartwatches', relojes con funciones de móvil y sensores. Los más sofisticados combinan datos para que, por ejemplo, si les das un rango de tiempo para que despierten a quien los lleva, lo hagan cuando este se encuentre en su fase de sueño más ligera.

El próximo desembarco comercial del Apple Watch, puede incentivar el mercado. Los analistas calculan que Apple podría vender el primer año entre 20 y 40 millones de relojes.