El pesquero marroquí que naufragó la madrugada de ayer a 32 millas al este de Ceuta y en el que viajaban 14 tripulantes (de los que nueve siguen desaparecidos) participaba aparentemente en una operación de contrabando de hachís, dijeron a Efe fuentes cercanas a la lucha antinarcóticos. El pesquero llevaba al parecer una gran cantidad de fardos de hachís, además de las 14 personas que lo ocupaban, cuando fueron avistados por el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) que les dio el alto.

En ese instante, y antes de que llegaran los agentes, comenzaron a tirar al agua los fardos que transportaban (procedimiento habitual en estos casos), pero el mal estado de la mar hizo que el barco se escorase y se hundiese. De hecho, fue la embarcación del SVA la que primero rescató a dos de sus ocupantes con vida, mientras que otros tres fueron rescatados por un helicóptero Helimer 205 de Salvamento Marítimo, que había sido advertido por el SVA.

Los otros nueve tripulantes siguen desaparecidos. Ninguna fuente oficial marroquí se ha hecho eco de la noticia, que ha aparecido solamente en España. Los contrabandistas de hachís (droga de la que Marruecos es el principal productor mundial) encaminan los alijos por tierra, mar y aire desde Marruecos hacia Europa; en el mar, suelen utilizar barcos de pesca en los que camuflan los fardos de hachís.

Por otra parte, el pequeño pueblo de Laxe, en la Costa da Morte coruñesa, recibió ayer con tristeza y resignación una nueva tragedia en el mar, que ha arrebatado las vidas de dos marineros. Evaristo G.T., de 54 años, y su hijastro José Ramón, de 34, fueron hallados muertos cerca de la playa de Soesto, uno flotando en el agua y otro sobre la arena.