Cincuenta elefantes han invadido las granjas y terrenos de los habitantes de Kirimon, una localidad del centro de Kenia, donde han causado grandes destrozos y mantienen atemorizada a su población, informaron hoy medios locales.

Los elefantes han permanecido en la localidad durante tres días, destrozando las cosechas, las vallas y otras infraestructuras del poblado, denunciaron los habitantes.

"Hemos pedido al Servicio de Conservación de la Fauna keniana (KWS, en inglés) que conduzca a los elefantes fuera de los asentamientos humanos para evitar más daños", declaró un residente al periódico local Daily Nation.

La manada, que salió de las reservas del condado de Laikipia en busca de agua y pasto (que escasean en los meses de estación seca que llega ahora a su fin), continúa en el pueblo.

Según cuentan los residentes, lo padres no dejan a sus hijos ir a la escuela por miedo a que sean atacados por los animales.

El líder local, Josephat Lekaiseye, aseguró que los animales serán expulsados y pidió a sus ciudadanos que "no maten a los elefantes, es ilegal. Conservémoslos, porque son parte de nuestra herencia".

Laikipia es una de las zonas donde más conflictos entre humanos y fauna silvestre se registran en Kenia, junto con Tsavo, Masai Mara, Lamu, Amboseli y Narok, aunque en el último año han emergido nuevas áreas como Makueni y Kajiado, señaló a Efe el director del KWS, William Kiprono.

La rápida evolución del estilo de vida de las comunidades locales, el crecimiento demográfico, el aumento de infraestructuras y de los terrenos agrícolas o el pastoreo extensivo han multiplicado los conflictos entre humanos y animales.

"Los elefantes están perdiendo su hábitat por el aumento de la población humana y sus actividades sin control, especialmente los cultivos y las quemas de carbón", indicó Kiprono.

Para intentar evitar estos conflictos, KWS informó en febrero sobre la creación de los "Elephant Watchers" y el reclutamiento de "vigilantes comunitarios", patrulleros que durante los meses de estación seca, cuando los elefantes y otros animales buscan nuevas fuentes de agua, vigilan los movimientos de los animales.

El KWS señaló a Efe que el aumento progresivo de este conflicto es "un reto" para 2015, y que deben abordarlo "promoviendo una interacción positiva" entre ambos.

Entre las soluciones que se barajan está la de excavar nuevas pozas de agua para la estación seca, así como el establecimiento de nuevos y más amplios corredores de fauna salvaje.