Cada vez que tiene lugar una tormenta de sol en nuestro planeta, aquellos países más cercanos a los polos pueden contemplar imágenes asombrosas, llenas de luz y color bajo el cielo estrellado de la noche.

Las auroras, que se distinguen entre la boreal y la austral, son fenómenos que generan una expectación máxima, sobre todo para aquellos expertos en astronomía y amantes de la fotografía. Dos cordobeses pudieron comprobar el impacto visual de las auroras.

Isaac Gutiérrez Pascual estudió Ingeniería Mecánica en la Universidad de Córdoba, pero actualmente reside en la capital de Estonia, Tallin. Debido a su situación geográfica, junto a los países nórdicos en el norte de Europa, la tormenta de sol del pasado jueves le permitió realizar unas fotografías que reflejan la variedad de formas y luminosidad que pueden provocar las auroras borales, que tienen lugar en el hemisferio norte, a diferencia de las australes, que aparecen en el hemisferio sur.

Variedad en formas, colores y luminosidad en la noche estrellada. Al otro lado, del mundo, en Oceanía, una aurora austral hizo acto de presencia y pudo contemplarse desde la isla sur de Nueva Zelanda, así como en Tasmania. En este caso, y coincidiendo con el día de San Patricio --patrón de Irlanda--, el cielo oscuro se tiñió de verde.

Fenómenos naturales que demuestran, una vez más, la acción de la naturaleza en su máxima expresión, capaz de impresionar al ser humano.