Según una estimación de la UNESCO, la mitad de las lenguas habladas en la actualidad, que se cifran en unas 6.000, desaparecerán a finales de este siglo. A nivel peninsular encontramos el aragonés, el asturiano y el euskera dentro de este grupo de hablas amenazadas por la falta de uso.

Uno de los puntos que la UNESCO remarca como más preocupante es la desaparición de hablas que no han realizado la transición al nivel escrito. Con ellas, afirma la institución, "no sólo se perdería una gran riqueza cultural, sino también conocimientos ancestrales contenidos, en particular, en las lenguas indígenas".

No todo son malas noticias según el documento. En este han explicado que el proceso no es "ni inevitable ni irreversible: políticas lingüísticas bien planificadas e implementadas pueden [...] revitalizar lenguas maternas y transmitirlas a las generaciones jóvenes".