La Unión Europea ha perdido el liderazgo que tuvo antaño en las negociaciones climáticas al mismo tiempo que se reducía su contribución a las emisiones de CO2 (solo suponen el 13% del total mundial), pero aún conserva una notable influencia como ejemplo de políticas avanzadas. Ahora, la delegación europea viaja a Lima con su propuesta de reducir el 40% de emisiones en el 2030 con respecto a 1990 y abastecerse de energías renovables en un 27%.

La UE estará representada por el ministro de Medio Ambiente de Italia, Gian Luca Galletti, cuyo país ejerce la presidencia rotatoria de la Unión, y el comisario de Acción Climática y Energía, el español Miguel Arias Cañete, cuyo reciente nombramiento estuvo envuelto en polémica por su vinculación con diversas empresas del mundo del petróleo. "Ahora estamos esperando a que se nos unan los otros grandes emisores", ha dicho Cañete. Esta semana, España se ha comprometido a aportar 120 millones de euros al Fondo Verde.