La compañía Repsol comenzó ayer las prospecciones en busca de petróleo en aguas próximas a Canarias, ante la indignación del Gobierno regional, cuyo presidente, Paulino Rivero, declaró que se trata del asalto de una empresa privada a recursos del pueblo canario. Las prospecciones han sido autorizadas por el Gobierno y el ministro de Industria, José Manuel Soria, aseguró que los sondeos son positivos para el sector turístico y para la industria local.

En sus primeras siete horas de trabajo, el buque Rowan Renaissance, situado a unas 70 millas al este de Lanzarote y Fuerteventura, en el punto conocido como Sandía, perforó 90 metros de subsuelo marino. La perforación llegará a 3.000 metros de profundidad total y la compañía espera saber si hay hidrocarburos rentables entre finales de enero y comienzos de febrero de 2015.

En este primer sondeo, Repsol ha invertido 200 millones de euros y desembolsará otros 100 millones para un segundo sondeo en el punto denominado Chirimoya en caso de obtener resultados positivos en los trabajos que ha iniciado.

El portavoz de Repsol, Marcos Fraga, aseguró que los sondeos se realizan "con todas las garantías" de seguridad y que la compañía utiliza el estándar noruego, el más estricto del mundo.

Los argumentos de la compañía no convencen al Gobierno de Canarias, que teme los efectos que podrían tener en el turismo y en el medio ambiente las perforaciones y un eventual derrame petrolífero. Paulino Rivero mostró su indignación por el comienzo de las prospecciones, que considera el "asalto de una empresa privada al territorio canario" para "usurpar", con el apoyo del Gobierno, unos recursos que son del pueblo canario.