El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ricardo Blázquez, exigió ayer al Gobierno que cumpla lo prometido en su programa electoral y modifique la actual ley de interrupción voluntaria del embarazo para convertir en rechazo social la aceptación generalizada del aborto.

Así se expresó Blázquez durante el discurso inaugural de la CIV Asamblea Plenaria de la CEE, que se celebra durante toda esta semana, y en el que reiteró el "desconcierto" de los obispos españoles ante la retirada por parte del Gobierno del proyecto de ley de defensa del niño concebido y no nacido. De esta Asamblea Plenaria saldrá elegido un nuevo miembro del Comité Ejecutivo y a sus representantes en el Sínodo de los Obispos sobre la Familia, que tendrá lugar en Roma en octubre del 2015.

"Queremos defender la vida de los más débiles, entre los que se encuentran los niños concebidos y no nacidos", subrayó el presidente de la CEE, quien destacó que la ciencia enseña que desde la concepción hay un tercer ser humano distinto de los padres. "No es un tumor, sino un hijo".

Por eso, pidió al Ejecutivo que "cuanto antes sea cambiada eficazmente la legislación en el sentido de defender la vida de los niños en camino y de ayudar a las madres para llevar a término el embarazo". Se refirió a las palabras del filósofo Julián Marías, quien advirtió de que la aceptación social del aborto había sido uno de los hechos más graves de nuestro tiempo. "Queremos trabajar para que esta aceptación social se convierta en un rechazo social", destacó.

Blázquez mostró su apoyo a las manifestaciones contra el aborto que tendrán lugar el próximo sábado.