La mujer de 73 años sobre la que pesaba una orden de desahucio por el supuesto impago del alquiler de la vivienda en la que vive a una empresa en la que un hijo suyo es accionista fue desalojada ayer sin incidentes. El desalojo tuvo lugar poco después de las 08.00 horas en medio de una amplio despliegue policial integrado por unos 50 agentes, una vez que los funcionarios judiciales se personaron en la vivienda, en Motril (Granada), con la orden de desalojo.

Desde una hora antes se agolparon en las inmediaciones, tras un cordón policial, un centenar de personas que profirieron gritos contra los intervinientes sin que se produjeran incidentes. La afectada, Dolores Ruiz, que estaba acompañada por su hija en el momento del desalojo, no opuso resistencia cuando los funcionarios judiciales, apoyados por la Policía, accedieron a la casa.

Antes de abandonarla, madre e hija, que dijeron haber pasado toda la noche despiertas, sacaron de la vivienda varios enseres. La hija de Dolores, María del Mar Ruiz, mantiene que su madre ha sido objeto de una injusticia y que "nunca se tenía que haber llegado a este punto".

"Me gustaría que mis hermanos reconocieran el error. Pero el problema es que ellos no quieren hablar con nadie pese a que algunos familiares han intentado mediar", explicó la hija. María del Mar Ruiz acogerá ahora a su madre en su casa, donde tratará, dijo, de que la convivencia con su nieto le haga no pensar en el tema.

UN CONTRATO NULO Ruiz afirmó que el jueves habló con el juez pero le trasladó que no podía hacer nada por evitarlo. La afectada mantiene que firmó un contrato de alquiler de la casa donde vivía sin saberlo y después de que uno de sus hijos le diera, para que lo firmara, una documentación relacionada con otro tema.

El desalojo se ha producido después de que el pasado 8 de abril el Juzgado de Instrucción 3 de Motril decidiera aplazarlo hasta ayer. En aquella ocasión, varios centenares de personas acudieron a la llamada realizada por el grupo Stop Desahucios para intentar paralizarlo.

Desde entonces han sido recogidas más de 8.000 firmas que el jueves fueron presentadas en ese juzgado solicitando la paralización del desahucio. El próximo 2 de junio se celebrará el juicio de nulidad del contrato de alquiler firmado por Dolores en el que solicitan el usufructo de la vivienda, explicó la hija de la afectada, que agradeció el apoyo de la gente.