Benedicto XVI ha prometido obediencia "incondicional" al próximo Pontífice, en su encuentro de despedida de los cardenales residentes en Roma y los que ya han llegad de diferentes partes del mundo, a los que ha pedido que el Colegio Cardenalicio trabaje como una orquesta armoniosa.

"Hemos de dar gracias al Señor que nos ha hecho crecer en la comunión y pedirle que nos ayude a seguir creciendo con esta unidad profunda de modo que el Colegio de Cardenales sea como una orquesta donde las diversidades de la Iglesia Universal confluyan siempre con la armonía superior y acorde", ha recalcado.

El Papa ha pronunciado este breve discurso, en el que ha remarcado que la Iglesia es un "cuerpo vivo animado por el Espíritu Santo" y ha apuntado que continuará sirviendo a la Iglesia con la oración.

"Seguiré especialmente estando cerca con la oración, especialmente en los próximos días para que estéis totalmente iluminados por el Espíritu Santo en la elección del nuevo Papa, que el Señor os muestre lo que él desea. Entre vosotros esta el futuro Papa al que desde hoy ya le prometo mi reverencia y obediencia incondicional", ha insistido. Tras su discurso, el Pontífice ha querido despedirse uno por uno de todos los cardenales presentes.