El papa Benedicto XVI ha llamado este domingo a "no instrumentalizar a Dios para fines propios", a no creer que "la verdadera realidad esté en el poder" y a "renovar el espíritu, renegando del orgullo y el egoismo para vivir en el amor"."Gracias" era la palabra más repetida en las pancartas de las decenas de miles de fieles (más de 50.000 según fuentes oficiales) que han tomado festivamente la plaza de San Pedro del Vaticano para ver, escuchar y despedirse del papa en el que era el primer Ángelus tras su renuncia y habrá sido el penúltimo de su pontificado.

El Pontífice ha reclamado la vuelta de Dios al centro de las vidas de los creyentes, ha agradecido en varios idiomas el afecto recibido en estos días y ha pedido a los fieles que sigan rezando por él y por el próximo papa.

En los próximos días no habrá apariciones públicas del Papa, que este domingo por la tarde inicia unos ejercicios espirituales que durarán hasta el sábado. El del domingo que viene será su último Ángelus, y el miércoles 27 se despedirá de los fieles en la plaza de San Pedro en la última audiencia general. El jueves por la mañana tendrá un postrero encuentro con los cardenales, y a las 5 de la tarde abandonará el Vaticano en helicóptero con destino a Castel Gandolfo. Tres horas después, el papado de Benedicto XVI será historia.