Se sabe que en Brasil todo es cuestión de escalas. Por eso, con el Carnaval en puertas, el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff decidió repartir 68,6 millones de preservativos como parte de su campaña de prevención del sida. "La vida es mejor sin sida. Protéjase" es la consigna que el Ministerio de Salud lanzó a una semana de la celebración que convierte a ese país en un gigantesco ritual pagano. Para estar a tono con el tiempo en que todo parece permitido, la campaña fue lanzada en el Morro dos Prazeres, en el barrio de Santa Teresa de Río de Janeiro.

El director del departamento de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) del Ministerio de Salud, Dirceu Greco, dijo que en las publicidades, que apuntan a una población que va de los 15 a los 49 años, se subrayará la necesidad de considerar el uso del preservativo como un hábito. “Es más: hasta puede mejorar la relación sexual”.

De acuerdo con el secretario de Vigilancia Sanitaria, Jarbas Barbosa, el sida mata a 12.000 personas en Brasil cada año. El uso del condón en relaciones esporádicas ha caído del 58% al 49% en todas las edades. Barbosa aseguró a su vez que se ha incrementado la enfermedad entre los jóvenes homosexuales.

Publicidad oficial

La televisión ya exhibe una publicidad oficial que, naturalmente, comienza con una fiesta de corte carnavalesco, en la que prolifera el agua y la serpentina. La segunda escena tiene que ver con otro de los rituales brasileños: comer carne a la parrilla. La imagen pasa luego a una discoteca: una pareja no puede disimular su atracción. Cada situación presentada en la pantalla comprende un riesgo. “El resfriado se pasa. La quemadura puede curarse. Pero el sida no es fácil. Usted tiene que convivir con él la vida entera. Protéjase. Use camisinha (preservativo)”, se dice, sobre el final.

La pedagogía sanitaria y el erotismo pueden ir de la mano durante el Carnaval. La escola de samba paulista Tom Maior eligió este año como musa a la modelo despampanante Fabiana Teixeira. Ella ha sido patrocinada por una de las principales fabricantes de camisinhas. La acotadísima indumentaria con la que desfilará ha sido confeccionada enteramente con preservativos. La escuela Tom Maior pondrá en escena una historia llamada “Parque de los deseos, o su pasaporte para el placer”, y contará la historia de los condones en clave ecologista. Los profilácticos serán verdes.

Cuatro días de frenesí

El carnaval se inicia el 8 de febrero. Serán cuatro días de frenesí y tolerada alteración de las jerarquías y costumbres. La fiesta le cuesta mucho dinero a los brasileños. El Instituto de Planeamiento Tributario ha informado de cuál es el peso de los impuestos sobre los productos más consumidos. El 76,66% del precio final de la caipirinha, el cóctel que se realiza sobre la base de cachaza, lima, azúcar y hielo, y que es esencial para muchos brasileños, está formado por el impuesto del valor añadido (IVA). En el caso de la cerveza, la otra pasión nacional, la carga impositiva es del 44,6%. Como la crema para la protección solar no es considerada por el Estado un “producto esencial”, tiene un impuesto del 49,08%. El impuesto sobre el preservativo es de 18,5%%. Nada mejor que recibirlo gratis.