La propuesta de Bachillerato que aparece en la reforma educativa del Gobierno prevé un barrido de asignaturas optativas y materias de modalidad, que en la práctica supondrá "una reducción de carga horaria equivalente a 2.534,4 profesores", según consta en la memoria económica del proyecto de ley que el Ministerio de Educación ha entregado a las comunidades. En Andalucía el ahorro equivalente sería de 506 docentes, pero dependerá de cómo articule esta medida. Los institutos son los que deben cerrar la oferta de asignaturas de cada modalidad (Humanidades, Ciencias) y la ley no les obliga a ofertarlas todas.

El ministro José Ignacio Wert llama a esta reestructuración del Bachillerato "compactación de la oferta de materias". La idea es que las horas que dejen de impartirse en asignaturas optativas sirvan para "cubrir las nuevas necesidades que se derivan de la aplicación de la ley". Pero los sindicatos UGT y CCOO temen que recortar las horas de clase asignadas a cada docente suponga una "reducción de plantilla encubierta", como ocurrió en Secundaria. El aumento en la jornada lectiva en la ESO permitió a las comunidades amortizar el horario de clase de los funcionarios y prescindir de miles de interinos. Andalucía estrenó el curso con 4.502 profesores menos.

Ahora el procedimiento es el mismo, pero en teoría el objetivo es distinto: Wert asegura que no quiere reducir más plantilla, sino "redistribuir mejor" al personal y "aligerar los contenidos secundarios para centrarse en lo esencial". CCOO y UGT creen que "reducir lo importante al horario lectivo de unas pocas asignaturas conducirá a un replanteamiento general de las plantillas, prescindiendo de más interinos o desplazando a profesores fijos a otros institutos".

La memoria económica de la ley recopila el cómputo de la reducción de horas por instituto, dependiendo del tamaño. En los centros pequeños, cada profesor tendrá ocho horas menos por grupo de alumnos; en los medianos la reducción será de cuatro horas por docente y en los grandes, dos horas menos. Multiplicando la reducción de horas por el salario de un profesor al año (36.208 euros), se prevé ahorrar 91,7 millones en los tres años de implantación del Bachillerato.

LA RATIO Pero solo es un paso. El gran reto será rediseñar el mapa de la oferta de Bachillerato, haciendo que los institutos se especialicen en una de las tres modalidades: Ciencias, Humanidades o Sociales (Arte desaparece). Esto permitirá optimizar recursos y prescindir de muchos grupos de Bachillerato. Wert dice que muchos institutos están casi vacíos, y que se puede mantener la oferta, con menos grupos, concentrándola en menos institutos y apurando la ratio de estudiantes por clase (hasta 35).

Los cálculos del Ministerio dicen que sobran 1.267 grupos de Bachillerato, en torno al 20% en Andalucía. Además, la memoria económica desglosa otra conclusión que preocupa a los sindicatos: "En municipios de cierto tamaño si se aplica la ratio de 1,8 profesores por grupo, se podría reducir las necesidades de profesorado en 2.281 docentes". El ahorro sería de 82,5 millones. La memoria no habla de menos profesores, sino que estén "liberados" para poder "reducir el fracaso y el abandono escolar".