Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con la Agencia Tributaria, han intervenido 277 kilos de cocaína oculta entre pieles de bovino en un contenedor que fue interceptado en el puerto de Barcelona, según ha informado el Ministerio de Interior en un comunicado.

Los agentes tuvieron conocimiento de la llegada de una partida de droga camuflada entre una carga legal gracias a las informaciones que, de forma confidencial y anónima, se recibieron en la cuenta de correo antidrogapolicia.es que fue creada por el perfil en Twitter policia.

En algunos de los correos-denuncias recibidos a finales de septiembre se alertaba de la existencia de un grupo de ciudadanos dominicanos que estarían distribuyendo cocaína en la provincia de Madrid. Los investigadores cotejaron los datos aportados hasta poder identificar a los sujetos involucrados, el funcionamiento de la organización y la metodología para la introducción de la droga en España.

Tras varios meses de investigación sobre el principal implicado y la empresa de su testaferro, los agentes tuvieron conocimiento de la llegada de un contenedor con una carga legal de pieles de bovino que podría esconder un envío de cocaína, el cual fue interceptado en el Puerto de Barcelona procedente de la Republicana Dominicana.

En su interior se encontraron 20.000 kilos de pieles frescas sin empaquetar, por lo que ha sido necesario extraerlas manualmente. Así se localizaron, entre pieles y sal, decenas de paquetes de cocaína con un peso de 277 kilogramos y cuya entrega se iba a realizar en un polígono industrial de La Muela (Zaragoza).

EN LA MUELA Los investigadores, con la autorización judicial, decidieron permitir que el contenedor llegase a su destino final para poder proceder a las detenciones de los miembros del grupo dedicado al tráfico de estupefacientes. Los agentes realizaron un servicio de vigilancias en el polígono donde se debía entregar la mercancía. Una vez entregado el contenedor en el polígono de La Muela, los miembros de la organización iniciaron su vaciado pero no localizaban la droga por lo que, alertados ante una posible actuación policial, intentaron huir del lugar, pero los agentes lograron detenerles, incluso a algunos que huyeron en un coche de gran cilindrada.