El Vaticano posee un portafolio secreto de propiedades en Londres valorado en más de 500 millones de libras (594 millones de euros), según las indagaciones del diario The Guardian. En el origen de esa fortuna está el dictador fascista italiano Benito Mussolini.

La reluciente sede en Bond Street de la joyería Bulgari o los cuarteles generales del banco de inversiones Altium Capital, a dos pasos del palacio de St. James, forman parte de las propiedades vaticanas en la capital británica, a las que hay que sumar otras en Coventry, París y Suiza. La Iglesia de Roma esconde sin embargo esas posesiones, empleando como pantalla British Grolux Investments Ltd, una compañía británica.

'The Guardian' revela cómo en los años 30 el entonces jefe financiero del Papa, Bernardino Nogara, se hizo cargo de gestionar parte de las inversiones de Mussolini, a través de una compañía en Luxemburgo. Los cables de los servicios secretos británicos en los archivos nacionales confirman estas actividades.

El diario ha preguntado al Vaticano por qué sigue manteniendo secretas sus inversiones en Londres y en qué gasta el papa Benedicto XVI las ganancias. Como era de esperar, no ha habido respuesta.