El alcalde de Pekín, Wang Anshun, ha anunciado este martes la puesta en marcha de una serie de medidas para reducir la alta contaminación que sufre la ciudad y que este mes ha llegado a ser entre 30 y 45 veces superior al límite legal establecido.

La densa nube de polución que habitualmente acompaña a la metrópoli alcanzó un nuevo récord al comienzo de este mes, con entre 30 y 45 veces más contaminación de la permitida, lo que llevó a muchos ciudadanos a encerrarse en sus hogares.

La alta polución ha provocado una ola de indignación ciudadana que ha alarmando al gubernamental Partido Comunista, que aboga por mantener la estabilidad en todo el país y que, hasta el momento, no ha logrado reducir la contaminación a pesar de sus promesas.

En su discurso en la sesión inaugural del Parlamento local, el alcalde de Pekín, Wang Anshun, ha asegurado que retirará 180.000 vehículos antiguos de la circulación y controlará el "excesivo" aumento de las ventas de turismos nuevos.

Además, ha prometido reemplazar los sistemas de calefacción de 44.000 viviendas con sistemas de energías limpias. "Aceleraremos la construcción de una ciudad bonita, con cielos azules, zonas verdes y agua limpia", ha afirmado en su discurso, que ha sido retransmitido en directo por televisión.

El anuncio del primer edil de Pekín no ha tenido una buena acogida entre los usuarios de la mayor red social china, Sina Weibo, que han mostrado su desconfianza sobre la voluntad del Gobierno de atajar la polución. "Estos planes sólo son sueños", ha escrito un usuario.

Otros internautas han hecho hincapié en que la retirada de vehículos antiguos no supondrá grandes diferencias en una ciudad en la que circulan cada año unos 250.000 turismos nuevos. "Estos coches viejos son los que conducen las personas normales. Tu pueblo sólo puede atreverse a abordar este problema cuando comiences a sustituir todos los vehículos oficiales", ha dicho otro usuario.

Wang ha asegurado que Pekín reducirá en un dos por ciento este año los contaminantes que llegan al aire y mejorará el sistema de supervisión e información pública sobre la polución aérea. "Presionaremos activamente por el uso de tecnologías y productos que ahorren energía y promoveremos las energías verdes, la baja producción de carbón y un estilo de vida" menos contaminante, ha subrayado.

Los niveles de polución en Pekín suelen superar el nivel de 500 unidades en un índice que mide las partículas en el aire con un diámetro de 2,5 micrometros. Los niveles superiores a 300 son considerados peligrosos pero la Organización Mundial de la Salud recomienda un nivel diario que no supere las 20 unidades.

El nivel de contaminación de la capital china este invierno ha sido tan elevado que hasta los medios de comunicación han criticado la pasividad del Gobierno, en parte porque esta cuestión no puede ser ocultada al público, a diferencia de lo que sucede con otros temas como los casos de corrupción.