El fundador del desaparecido Megaupload, Kim Dotcom, ha asegurado que su nuevo 'cyberlocker' no es una venganza hacia las autoridades estadounidenses que planeaba un asalto a su casa, cerró Megaupload y lo acusó de piratería online, cargos por los que se enfrenta a pena de cárcel si es declarado culpable.

Dotcom ha dicho que su nueva oferta, Mega.co.nz, ha cumplido con la ley y ha advertido que los intentos por hacerla caer serían inútiles.

"Esto no es una especie de dedo al gobierno de EE.UU. o de Hollywood", ha afirmado a Reuters Dotcom en su extensa finca en las montañas bucólicas de Coatesville, a las afueras de Auckland, Nueva Zelanda, un país más conocido por las ovejas, el rugby y el Hobbit que por los flamantes magnates de la tecnología.

"Legalmente, no sólo no hay nada que pueda ser usado para cerrar. Este sitio es tan legítimo y tiene el derecho de existir como Dropbox, Boxnet y otros competidores", ha dicho Dotcom en referencia a otros servicios populares de almacenamiento en la nube.

Su abogado, Ira Rothken, ha añadido que el lanzamiento del sitio se ajustaba a los términos de condiciones de la fianza de Dotcom. Los fiscales estadounidenses sostienen que Dotcom en un comunicado afirmó que no tenía intención de iniciar un nuevo negocio del Internet hasta que extradición fuese resuelta.

Códigos y claves

Dotcom ha asegurado que Mega es una bestia diferente a Megaupload, ya que el nuevo sitio permite a los usuarios controlar exactamente qué usuarios pueden acceder a los archivos subidos, en contraste con su predecesor, lo que permite a los usuarios buscar archivos, algunos de los cuales contenían material con copyright presuntamente sin permiso.

Un sofisticado sistema de encriptación permite a los usuarios codificar sus archivos antes de subirlos a los servidores del sitio, que está ubicado en Nueva Zelanda y en el extranjero, ha asegurado su fundador. Para cada archivo se emite una clave única, un descifrado sofisticado que sólo el titular del archivo controla, lo que les permite compartir el archivo que deseen.

Como resultado, los operadores del sitio no tendrían acceso a los archivos a sabiendas que permite a los usuarios distribuir contenido que infrinja los derechos de autor, que según Washington es ilegal. "Incluso si quisiéramos, no podemos entrar en su archivo y curiosear y ver lo que tiene ahí", ha afirmado Dotcom.

Dotcom ha dicho que Mega cumpliría con los pedidos de los titulares de derechos de autor para eliminar material infractor lo que minimiza la responsabilidad con la condición de que una persona ha actuado de buena fe para cumplir la ley. Sin embargo, algunos expertos legales aseguran que puede ser difícil reclamar la protección si no saben lo que los usuarios han almacenado.

Motion Pictures Association of America ha afirmado que cifrar los archivos no protegería a Dotcom de responsabilidad. "Nos reservamos la sentencia definitiva hasta que tengamos la oportunidad de analizar el nuevo proyecto", ha afirmado un portavoz a Reuters. "Pero dada la historia de Kim Dotcom, somos escépticos".

Dotcom espera un gran interés en Mega en su primer mes de funcionamiento, lo que estaría muy lejos de Megaupload cuando se puso en marcha en 2005. "Me sorprendería si tuviéramos menos de un millón de usuarios", dijo Dotcom.

Nuevo capítulo

El lanzamiento de Mega da comienzo al próximo capítulo de la historia Dotcom, salpicado de anteriores arrestos relacionados con la delincuencia cibernética y cuyos giros y vueltas han sido examinados por todas las partes de la industria del entretenimiento, desde los estudios cinematográficos y sellos discográficos hasta las empresas de servicios de Internet.

El caso de infracción de derechos de autor, considerado como el más grande hasta la fecha, dado que en su apogeo Megaupload consiguió alrededor de un cuatro por ciento del tráfico mundial online, podría sentar un precedente ya que las leyes de responsabilidad de Internet y dependiendo de su resultado, pueden obligar a las compañías de entretenimiento a replantearse sus métodos de distribución.

Un año después, la audiencia de extradición de Dotcom se ha retrasado hasta agosto, complicada por las órdenes de detención ilegal y de la admisión del gobierno de Nueva Zelanda sobre que había espiado ilegalmente a Dotcom, que tiene estatus de residencia en el país.

En enero de 2011, las fuerzas especiales de Nueva Zelanda aterrizaron con un helicóptero de madrugada en la mansión de Dotcom, con un valor aproximado de 25,05 millones de dólares, para detener a él y a sus colegas a petición del FBI.

Los agentes, armados con semiautomáticas, encontrado a Dotcom encogido solo en una habitación de pánico en el ático, mientras que afuera, un convoy de coches de policía y camiones se detuvo en la entrada. Alrededor de 70 agentes participaron en la redada.

Requisaron ordenadores, archivos y algunos coches de la flota pricada de Dotcom, un Rolls-Royce, un Mercedes y un Cadillac rosa con matrículas personalizadas con las palabras "hacker", "mal" y mafia".

"Cada vez que escucho un helicóptero, automáticamente pienso, 'Oh, otro ataque', así que es algo que se queda contigo durante mucho tiempo ", ha afirmado Dotcom, quien dice que él y su esposa todavía tienen pánico cuando escuchan ruidos fuertes y repentinos en la casa.

Dotcom evitó durante su particular rueda de prensa dar detalles de la fiesta posterior al lanzamiento del nuevo Mega. Sin embargo sí comentó acerca del improvisado acto a lo Willy Wonka que realizó en Auckland a principios de semana. "Tuve que crecer, ya sabes, yo era un bebé grande", ha asegurado. "Un bebé grande con mucho dinero que por lo general conduce a la locura".

"Voy a ser una persona que ayude a mejorar las cosas y ayude a la innovación en Internet a despegar sin todas estas restricciones de los gobiernos. Eso va a ser mi objetivo principal, si este negocio es exitoso", ha concluido.