La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se comprometió ayer a hacer un seguimiento "mes a mes" de la entrega de llaves del Fondo Social de Viviendas a las familias que se hayan visto afectadas por desahucios. Ayer se firmó el convenio de constitución del Fondo, que estará compuesto por 5.891 viviendas aportadas por las 33 entidades que han rubricado el acuerdo y que podrán ser alquiladas por dos años con rentas de entre los 150 y los 400 euros al mes, con un límite máximo del 30% de los ingresos netos totales de la unidad familiar.

Los solicitantes de estas viviendas han de ser familias en situación de especial vulnerabilidad que hayan sido desalojadas de sus hogares después de 1 de enero del 2008. La medida da cumplimiento a la encomienda al Gobierno incluida en el Real Decreto-ley 27/2012 sobre medidas urgentes para reforzar la protección de deudores hipotecarios.

Las viviendas serán ofrecidas a las familias que hayan sido desalojadas de su vivienda por el impago de una hipoteca de la misma entidad propietaria del fondo. Sáenz de Santamaría subrayó que el esfuerzo que hacen las entidades financieras con la cesión de las viviendas "no es excesivo", sino "solidario y conjunto" en un país "que quiere que las familias y los más pequeños se críen en un hogar que les haga sentir la cobertura de un Estado y de un Gobierno".

Para la vicepresidenta, que ofreció un discurso sentimental, el convenio recoge el "derecho a fracasar y a hacer una inversión equivocada, a perder un sueldo, pero no a haber perdido una vida". Además, señaló que los más de 30 firmantes del convenio han acordado "aunar esfuerzos y criterios" para impulsar el Fondo Social y poner a disposición de muchas familias "que padecen los rigores de una crisis demasiado larga" estas viviendas.

"Podemos discutir sobre si todas las medidas legales que adoptamos son suficientes, pero en este convenio está el ánimo de todos de ponernos en la piel de toda esta gente que confió en el futuro, que invirtió en sacar adelante una familia. Las cosas no fueron bien no por su responsabilidad, sino porque la coyuntura no era la deseada", dijo.