El nivel del mar asciende por dos motivos. El fundamental es la expansión térmica del agua, una propiedad física que le lleva a perder densidad y a ocupar más espacio cuando aumenta su temperatura. Un ejemplo análogo sería el de las ollas a presión que silban cuando el agua hirviendo quiere salir. El IPCC, el grupo de expertos de la ONU en cambio climático, atribuye a este proceso casi dos tercios del aumento detectado. El otro motivo, aunque de peso inferior, es el deshielo de los hielos asentados sobre tierra firme, incluyendo los glaciares no polares, Groenlandia y otras islas del Artico y la Antártida.