las asociaciones de usuarios y de defensa de la sanidad pública cargaron ayer contra el ministerio por "manipular" y "volver a tergiversar" los datos del gasto farmacéutico español en agosto, segundo mes tras la puesta en marcha del copago estatal. Ese mes, dijo ayer la ministra de Sanidad, Ana Mato, en el Congreso, descendió un 20%. Esta reducción, de acuerdo con la ministra, ha supuesto un ahorro sobre el mes de agosto del 2011 de 179,5 millones, a los que habría que sumar los 224 millones de julio, mes en que el descenso se cifró en un 24%. En total, 403,5 millones de euros.

Esta cifra "no responde a una realidad objetivable" y en el mejor de los casos la "cifra real" sería la mitad, coincidieron Carme Sabater, presidenta de la Coordinadora de Usuarios de Sanidad, y el presidente de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública, Marciano Sánchez Bayle. A su juicio, habrá que esperar seis meses para conocer el dato real, ya que no se tiene en cuenta que, antes de la entrada en vigor del copago, pensionistas y enfermos hicieron un gran acopio de medicamentos. De ahí, según ellos, el descenso de julio y agosto.

CUENTAS TRAMPA "Las cuentas del ministerio contienen otra trampa: se olvidan de que los pensionistas han abonado un 10% y las comunidades autónomas disponen de un plazo de seis meses para hacer la devolución", advirtió Sánchez Bayle. "Sanidad lo que hace es enredar las cifras todo lo que puede. Lo que más ahorro ha producido al ministerio ha sido el préstamo que, sin ningún tipo de interés, le han hecho los pensionistas, no los bancos", apostilló el presidente de la FADSP.

Sabater apuntó que en el ahorro esgrimido por Sanidad debe tenerse en cuenta que los 417 fármacos más recetados han dejado de estar incluidos en la financiación pública y que una parte de los costes en general han sido asumidos por los pacientes. No obstante, admitió que el copago ha podido tener un efecto disuasorio que se refleja en la reducción del 9,37% en el número de prescripciones con cargo al sistema público. "Pero sería muy lamentable que la gente dejara de adquirir fármacos porque no los nos puede pagar", subrayó Sabater, al tiempo que recordó que los expertos en economía de la salud aventuran que el gasto sanitario total puede incluso aumentar si los enfermos empeoran al dejar de tomar fármacos que necesitan.

Para Domingo Orozco, vicepresidente de la Sociedad Española de Médicos de Familia, el nuevo sistema de copago de acuerdo con la renta es más equitativo que el anterior, pero considera que todavía es pronto para ver si su aplicación es efectiva porque la receta electrónica está implantada en España de manera desigual en las autonomías. Por ello, una nueva polémica se ha levantado en torno a la Sanidad. Ninguna de las partes se pone de acuerdo en la cantidad real que se ha ahorrado el Ministerio por el copago.