Un juez ha admitido a trámite una querella presentada por la familia de un alumno del centro educativo privado The American School of Barcelona, sito en Esplugues de Llobregat, contra el director de la institución, Mark Pingitore, al que se acusa de haber sometido a un estudiante a castigos vejatorios, aunque se precisa que este proceder es habitual. El escrito detalla que en el manual del colegio figuraba la expresión "detenciones preventivas", que en el curso 2011-2012 se cambió por "decisiones preventivas", en referencia a la suspensión del derecho a participar en actividades extraescolares.

Un juzgado de Esplugues de Llobregat admitió en julio la querella presentada por J. N. H por presunto atentado contra la integridad moral. El juez ha citado para octubre al querellante, representado por el abogado Cristóbal Limón, para que se ratifique. La querella expone que en febrero del 2011 el menor fue castigado por el director del colegio por una discusión en el recreo. El niño fue colocado de pie de cara a la pared, sin poder asistir a clase ni comunicarse con nadie. Junto a él se colocó una pizarra móvil en la que se señalaba la prohibición a todos los alumnos de dirigirse al niño.