La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, anunció ayer que, actualmente, hay unas 200.000 personas en España que no están pagando por sus medicinas porque utilizan la tarjeta de un pensionista para adquirirlos gratis en las oficinas de farmacia. Mato ha explicado que esta situación ha salido a la luz durante la actualización de datos realizada por su departamento, en colaboración con el Ministerio de Hacienda, para poner en marcha el nuevo copago farmacéutico que entrará en vigor el próximo 1 de julio, por el que los pensionistas pasarán a pagar un 10 por ciento del precio de sus medicamentos.

De este modo, al cruzar los datos con Hacienda y la Seguridad Social y "poner al día" la base de datos de los 45 millones de españoles se ha descubierto que hay "800.000 personas que tenían tarjeta sanitaria como beneficiario dependiendo de un titular cuando tenían derecho a tener una tarjeta de titular". "Y, de esas, 200.000 personas no estaban pagando medicamentos porque tenían la tarjeta de un pensionista, cuando tenían rentas suficientes como para afrontar ese pago", asegura.

NUEVO SISTEMA Esta situación, no obstante, acabará a partir de la próxima semana cuando entre en vigor el nuevo sistema de copago que, según Mato, "se va a poner en marcha sin problemas". "Me consta que las comunidades están haciendo un esfuerzo importante", reconoce la ministra, confiada de que ninguna vaya a "incumplir la ley" y se niegue a aplicar los nuevos porcentajes de copago.

Además, la titular del ramo ha explicado que el reembolso a aquellos pensionistas que sobrepasen el tope de 8 ó 18 euros mensuales (en función de su renta) que pueden copagar se hará "trimestral o semestralmente" y se ingresará en la misma cuenta bancaria en la que se les ingrese la pensión. No obstante, ha reconocido que las comunidades son "autónomas" para buscar otra fórmula, y siempre que cumplan los plazos establecidos por la ley. Mato ha defendido la desfinanciación de determinados grupos de medicamentos, siempre que se trate de aquellos con escaso valor terapéutico, que sirvan para síntomas menores y cuyo precio sea bajo.

NO ACABAR EN LA BASURA El objetivo de todas estas medidas, ha recordado, es "disuadir de la compra de medicamentos que no son necesarios". "Todos tenemos en casa un botiquín de medicamentos, y muchos acaban en la basura", ha asegurado Mato, cifrando este dato en 3.700 toneladas de medicamentos.

Además, Mato ha defendido el resto de medidas incorporadas en el Real Decreto-Ley de reformas sanitarias con el que inicialmente se pretendían ahorrar 7.000 millones de euros. No obstante, Mato ha asegurado que al final se va a conseguir un ahorro de 400 a 500 millones más de los previsto gracias al "esfuerzo" realizado por las comunidades.

La ministra defiende también la apuesta del Gobierno para subsanar el pago a proveedores y acabar con la deuda del Sistema Nacional de Salud (SNS), que actualmente asciende a unos 16.000 millones de euros y afecta entre otros a la industria farmacéutica, a quien ha pedido que sigan "apostando" por la innovación y el desarrollo de nuevos medicamentos.

Mato estuvo arropada por numerosos miembros del Gobierno como la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y los ministros Luis de Guindos, Cristobal Montoro y Fátima Báñez.