Son más grandes, la carne es más jugosa, los pepinillos nunca se caen y el queso se funde pero en su punto justo. Las hamburguesas de las fotos siempre parecen más buenas que las que finalmente te ponen en la bandeja. Una clienta de McDonald's ha convertido esta verdad universal en intrépida pregunta y la ha remitido a la famosa cadena de comida rápida, que ha aprovechado la ocasión para divulgar un vídeo con los secretos de una sesión de maquillaje de su menú estrella: una hamburguesa con queso. El rapto de sinceridad publicitaria lleva, en tres días, más de tres millones de hambrientas visitas en Youtube.

En tres minutos, el espectador viaja al estudio de fotografía de la empresa Watt International, donde la cadena de alimentación normalmente lleva a cabo sus sesiones de fotos, lo que se denomina el proceso de food-styling. Allí un numeroso equipo de gente prepara una cheeseburger con los mismos ingredientes y dispuestos de la misma forma que en cualquiera de los establecimientos de la marca.

Diferente tamaño

"Constatamos ante las evidencias que existe una diferencia de tamaño", explica Hope Bagozzi, directora de Marketing de McDonalds de Canadá, y presentadora del vídeo divulgativo. Las que se sirven habitualmente parecen más pequeñas porque "las cajas en las que las vendemos sirven para conservarlas calientes, lo que provoca cierto vapor que puede contraer el pan", según Bagozzi.

Además, los chicos del estudio de fotográfico miman el producto peinando las lonchas de queso, inyectando con sumo mimo el ketchup con jeringuillas, distribuyendo simétricamente los pepinillos, ahuecando el bollo de pan y, finalmente, limpiando con Photoshop los grumos de la corteza de pan y el sésamo mal alineado. Todo un tratado de estética para abrir el apetito.