De hoy en una semana desembarcará Las Vegas Sands Corporation en Barcelona. El día siguiente, el martes 26, hará lo propio en Madrid. Tras esas visitas de una decena de miembros del consejo de administración, en principio encabezados por el magnate Sheldon Adelson, la compañía de los casinos debería elegir a su novia europea en un plazo de dos o tres semanas como máximo. Las dos candidatas, Barcelona y Madrid, confiesan en privado que la carrera ha sido dura. "Esto es un sinvivir", se lamenta uno de los negociadores. Pero, tal como ha sucedido en ocasiones anteriores, nadie pone la mano en el fuego de que la decisión no vaya a posponerse una vez más, sobre todo teniendo en cuenta los antecedentes.

Lo que muy lentamente se va sabiendo es alguna concreción. Cataluña trabaja con la hipótesis de que la primera fase de Eurovegas --con nombre todavía por decidir-- contará con dos casinos y cuatro hoteles. Cada establecimiento hotelero tendrá unas 3.000 habitaciones, con lo que batiría todos los récords en España: el complejo hotelero español con más estancias está en Canarias y suma 1.200.

SIN DOCUMENTACION Estos datos le fueron facilitados al grupo parlamentario de ICV-EUiA. El diputado Joan Boada explica que el encargado de darle de palabra la información fue un técnico, después de que en sede parlamentaria, recordó, lamentando que " no me han dejado ver ni un solo papel".

Solo para atender estas máquinas y el negocio vinculado al juego, se empleará a unas 3.000 personas, según la misma fuente. En otras funciones que no estén vinculadas a los casinos (desde restauración a organización hotelera, convenciones, mantenimiento, administración...) habrá 12.000 puestos de trabajo más. En total, sobre la mesa está la cifra de 16.081 puestos de trabajo directos en la primera fase, que debería estar en funcionamiento en el 2016.

En la conversación de poco más de una hora que mantuvo el diputado Boada en unos de los departamentos implicados, el mismo interlocutor le reveló que se hará un concurso público para adjudicar la construcción del megacomplejo. Obviamente, la compañía estadounidense, madre del proyecto, partiría con una ventaja más que rotunda.

Pero para concretar este concurso primero se debería redactar una ley a imagen y semejanza de la que se hizo en Port Aventura hace más de dos décadas. Esta ley incluiría la declaración de proyecto de interés general, con lo que los terrenos serían automáticamente expropiados y se decidiría un justiprecio por ellos. Si, como ocurre frecuentemente con otros proyectos de infraestructuras, los dueños del suelo quisieran pleitear para conseguir que se les pagara más, esto no retrasaría la ejecución del proyecto. Todos estos trámites se realizarían tras la creación de un consorcio.

"Que no nos vendan esta idea como un falso proceso de participación, porque se trata de una iniciativa que ya está decidido que hará Las Vegas Sands Corporation", se queja Boada, que a continuación atribuyó la "opacidad" del Gobierno catalán.