Entre un tercio y la cuarta parte de los inmigrantes que residen legalmente en España están más cualificados de lo que requiere su puesto de trabajo, según la encuesta Immigrant Citizens Survey sobre Percepciones de los inmigrantes en torno a la integración realizada a 7.000 extranjeros afincados en 15 ciudades de Alemania, Bélgica, España, Francia, Hungría, Italia y Portugal a final del 2011.

El trabajo, dirigido desde Bruselas por la Fundación Rey Balduino y el Migration Policy Group, con la colaboración en España del Cidob y del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), revela que para "la mayoría" de inmigrantes entrevistados, la residencia permanente "no ayudó nada" en la obtención de empleo, registrándose así en España "peores resultados que en otros países".

En cuanto a participación, el informe de la encuesta destaca que la afiliación a asociaciones, sindicatos y partidos "es relativamente baja en las ciudades españolas" y, que para "la mayoría" se necesitan más diputados de origen inmigrante en los parlamentos nacionales. En general, existe una "mayor intención de voto y potencial de inclusión electoral que en países como Alemania o Bélgica".

Con todo, España está mejor que otros países en algunos aspectos, como que los inmigrantes afirman haber tenido "pocos problemas" a la hora de solicitar la residencia permanente, la nacionalidad o la reagrupación familiar y "menos dificultades" para encontrar trabajo en las dos principales ciudades españolas que las registradas por foráneos en ciudades europeas como Milán, Bruselas o París.

La profesora en la Universidad de Leicester y coordinadora científica de la encuesta, Laura Morales, destacó que "a pesar de la crisis, entre el 65 y el 70% de los inmigrantes entrevistados en España estaban trabajando, una cifra superior a la recogida en Bélgica o Francia". De hecho, los "principales problemas" mencionados para encontrar trabajo son los contratos temporales y la economía sumergida, "pero hay una escasa incidencia de discriminación".