Blade Runner se convertirá en el inicio de una saga, tres décadas después de haberse instituido como uno de los hitos indiscutible de la ciencia ficción. La nueva entrega del clásico se situará en la ciudad de Los Ángeles, algún tiempo después del 2019, año en el que transcurrían las peripecias del cazador de replicantes Deckard, protagonizado por Harrison Ford. Será por lo tanto una secuela de aquella historia y no una trama situada años antes, como se había especulado. De hecho, en marzo del 2011 la productora Alcon Entertainment , tras comprar los derechos del filme, anunció su intención de rodar películas que precedieran y fueran posteriores al momento en el que sucede la película. La primera idea de Ridley Scott, director de la película original y el guionista Hampton Fancher era que la película fuera el origen de una serie que, por diversas circunstancias, no tuvo continuidad. Alcon ha decidido también poner en las manos de Scott esta continuación y está negociando asimismo con Fancher para la elaboración del guión. La productora asegura que esta segunda parte no se centrará en el detective Rick Deckard, por lo que no será protagonizada por Harrison Ford, quien el próximo mes de julio cumplirá 70 años.

La mítica Blade Runner, la película de 1982, se basa en ¿Sueñan los androides con ovejas electricas?, relato de uno de los grandes maestros de la ciencia ficción, el norteamericano Philip K. Dick. Aunque el escritor imaginó una ciudad de Los Ángeles despoblada en el futuro, mientras que en la película se mostró como un lugar masificado y asfixiante.