La música reduce el rechazo de un trasplante de corazón en ratones influenciando el sistema inmune, según ha demostrado un equipo de investigadores japoneses, que han publicado su trabajo en Journal of Cardiothoracic Surgery . Aunque las canciones se usan en el ámbito clínico para reducir la ansiedad tras un ataque al corazón o el dolor y las náuseas durante un trasplante de médula ósea, la relación entre el sistema inmune y la función cerebral no está clara.

No obstante, hay algunas evidencias que señalan que la música podría actuar a través del sistema nervioso parasimpático, que regula las funciones corporales de cuyo control no tenemos conciencia, como la digestión.

El equipo liderado por Masanori Niimi ha descubierto que la ópera y la música clásica aumentan el tiempo en el que un órgano trasplantado funciona sin fallar. Sin embargo, los monotonos de frecuencia única y la música de última generación no logró este efecto. "Los ratones que escucharon ópera tenían menores niveles de interleukina-2 e interferon gamma. Tenían un mayor número de células CD4+CD25+, que regulan la respuesta inmune periférica", agrega.