Óscar Sánchez ya está en su pueblo. Sobre las 16.30 de la tarde, el lavacoches de Montgat que ha pasado 626 días preso por error en Italia, al ser confundido con un narco, ha sido recibido en la localidad del Maresme por su alcalde, Francesc García, y otros miembros del consistorio. Los ediles han compartido una copa de cava con la familia del preso recién liberado de la cárcel de Nápoles.

Óscar ha respondido a sus preguntas sobre los veinte meses pasados injustamente en cárceles italianas. "Nunca en mi vida me insultaron tanto", ha recordado el lavacoches de sus tiempos de preso. Pero no ha perdido el buen humor y ha celebrado que esa pesadilla se acabó.

Abrazos y paella

Tras la reunión en el ayuntamiento, Óscar y sus familiares se han desplazado a la plaza de les Mallorquines, donde le esperaban unos 300 vecinos y numerosos medios. Ahí se ha fundido en abrazos con amigos y miembros de la plataforma que ha reivindicado su libertad desde el verano del año pasado.

La celebración ha seguido en el Bar Marina, que había llevado a cabo una recogida de firmas para pedir la libertad para el lavacoches. En el local, Óscar se ha reunido con sus familiares y amigos más cercanos para comer una paella y beber unas cervezas, aunque la comida ha sido continuamente interrumpida por un flujo constante de vecinos deseosos de felicitarle.

Viaje de vuelta

Después de que el Tribunal de Apelación de Nápoles dictara su absolución y puesta en libertad, que se hizo efectiva a última hora de la tarde del miércoles, Óscar y sus familiares han volado a mediodía hacia Barcelona. Su llegada a El Prat se ha producido a las 15.20 horas, donde ha sido recibido por la delegada del Gobierno en Catalunya, Marïa Llanos de Luna, y la directora del aeropuerto, Sonia Corrochano. Y de ahí, a Montgat, de vuelta a casa y a su vida.