Seoane recuerda que la línea de trabajo es esperanzadora, pero insiste en que se encuentra todavía en sus inicios. Habrá que comprobar primero si la fusión entre el fármaco y el péptido es eficaz; después, probarlo con ratones; luego... "Incluso en el mejor de los casos, si todo funciona, pasarían muchos años antes de tener un tratamiento eficaz", advierte.