Ni 24 horas ha durado la retirada de muebles llevada a cabo por la Tesorería de la Seguridad Social en el colegio privado de Madrid Santa Illa. Los pupitres, sillas, mesas, pizarras e instrumentos musicales embargados el jueves por una deuda de 992.263 euros fueron devueltos ayer aunque solo en depósito "para que las clases puedan continuar hasta fin de curso", según un portavoz del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

La situación creada por el embargo el pasado jueves era kafkiana. Los camiones de mudanza se llevaron buena parte de los enseres mientras los niños estaban en la hora del patio causando la alarma entre los profesores y los padres, que el mismo jueves empezaron a buscar alternativas para la escolarización de sus hijos. La alarma causada movilizó a la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, cuya titular, Lucía Fígar, se puso en contacto con la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, para encontrar una solución que evitara perjudicar a los niños.