Las autoridades chinas intensificarán las medidas contra quienes comercialicen "aceite de alcantarilla", como se conoce el reutilizado tras varios usos y procedente las cocinas de los restaurantes y, en casos de extrema gravedad, podrían ser condenados a la pena de muerte, ha informado hoy el portal china.org.

"Los tribunales deben considerar a los sospechosos conscientes del crimen, la cantidad de dinero implicada y el daño que se hace al público y al mercado. Para quienes la merezcan, se deberá aplicarles la pena de muerte", ha indicado un comunicado oficial citado por el portal oficial de noticias.

Además, deberán aplicarse castigos severos a los funcionarios que fracasen en su obligación de velar por la seguridad de los aceites vegetales seguros, ha indicado el comunicado apoyado por el Tribunal Supremo de China y la Procuraduría Suprema del Ministerio de Seguridad Pública.

Los sospechosos de estar involucrados en casos de aceite reutilizado serán investigados por criminalidad pasiva, según las ordenanzas sobre la producción de productos alimenticios que dañen la salud del público.

Víctimas mortales

Según cifras oficiales, Pekín procesa unas 600 toneladas de aceite de las que 60 toneladas son de residuos, una situación similar a Tianjin y Hebei. Desde agosto del 2011, la policía china desarticuló una red de 100 fabricantes de aceite adulterado y arrestaron, en una campaña especial, a 800 personas sospechosas de estar involucradas en 135 casos.

En los últimos años, diversas adulteraciones alimentarias ocasionaron víctimas mortales en China como cuando en el 2008 decenas de firmas lácteas contaminaron la leche infantil con el químico tóxico melamina que afectó a 300.000 bebés de los que 6 murieron.

La agencia oficial Xinhua ha publicado hoy que más de 50 estudiantes en la provincia sureña de Hainan fueron trasladados al hospital local con vómitos, fiebre y mareos tras consumir el almuerzo escolar. De los afectados, tres siguen hospitalizados y otros siguen bajo supervisión médica.