A Denzel Washington, el actor negro más reputado de Hollywood, le gustan los niños. El, de hecho, tiene cuatro hijos con su mujer, con la que, atención, lleva 28 años casado. El protagonista de Training day dejó entrever ayer en Madrid su pasión por los críos cuando entró en la habitación en la que le esperaban varios periodistas para entrevistarle por El invitado , thriller que se estrena el 10 de febrero y en el que da vida a un cínico exagente de la CIA que ahora se dedica a traicionar a la patria y vender secretos internacionales.

Al ver en la sala a una periodista con un tripón de infarto, se acercó a otra redactora y al oído le preguntó: "¿Está esperando un bebé esta compañera tuya?". Washington no quería meter la pata y quería asegurarse de que la tripa no era debido a las calorías. Cuando recibió un sí por respuesta, el actor se acercó a la embarazada periodista y se dedicó a darle la enhorabuena, a interesarse por si era niño o niña y a preguntarle por qué seguía trabajando a pesar del tripón. Así de interesado por los bebés, y ataviado con un perfecto traje negro, Washington promocionó su nueva película y bendijo las virtudes del cine.

El veterano actor estuvo acompañado en la promoción por el otro protagonista de la cinta: Ryan Reynolds, guapo oficial de Hollywood y exmarido de Scarlett Johansson.