La pasarela 080 acabó ayer con la quinta marcha puesta. La que lleva siempre Pierre Cardin, que no sabe lo que es un freno. El diseñador, de 89 años, insufló su vitalidad a una jornada de la Semana de la Moda de Barcelona en la que se convirtió en la estrella indiscutible. El mito se llevó por delante a Escorpión, Messcalino, Naulover, Punto Blanco, Aldmartins, Guasch y Yerse, que desfilaron antes, y a The Brandery, que contó con los pases de Custo Barcelona y la automovilística Mini, entre otros. Cardin presentó ante 600 personas en el Saló del Tinell piezas históricas de su trayectoria y creaciones nuevas tras haber largado un vigoroso y apasionado sermón en la capilla de Santa Agata con el que reivindicó el papel de la moda en la sociedad. "Es inútil pero necesaria. ¿Qué es la moda sino la vida? Identifica a la gente, genera empleo. ¿Quién eres desnudo? Nadie, una persona sola en el desierto".

Si el pase apabulló (200 modelos), otro tanto ocurrió con el discurso previo, donde habló con tal ímpetu que el improvisado intérprete apenas pudo seguirle. Recordó que inventó el prêt-à-porter porque era joven, "y un joven debe cuestionarlo todo", y criticó la falta de creatividad de negocios como Zara: "Son conocidos porque tienen dinero para promocionarse".

CRITICA A GALLIANO No calló ni sobre el adiós de Dior a John Galliano. "Fue desagradable", dijo sobre los insultos racistas que el gibraltareño lanzó en París a unos turistas y que le costaron el despido. Pero era inglés (sic) y ahora la marca ha vuelto a sus orígenes". Palabra del primer empleado de la maison --antes de que Dior fuera Dior--. Más le gustó explicar cuánto admira a Balenciaga, cuánto le impresionaron Gandhi y Fidel Castro, cuántos negocios creó (moda, construcción, alimentación...).

Tras el desfile, el abuelo Cardin comentó los vestidos de unos alumnos de diseño antes de regresar a París, donde actualmente dirige un entramado empresarial que da trabajo a 200.000 personas en el mundo. El mito sigue ejerciendo.