Los buzos de los servicios de rescate italianos han localizado este martes otros cinco cadáveres entre los restos del crucero Costa Concordia, naufragado en la noche del pasado viernes en aguas de la isla de Giglio, según fuentes de la Capitanía de Puerto de Livorno (centro de Italia).

Con la localización de los cinco cadáveres, ya son 11 el número de muertos y 24 la cifra de desaparecidos. Estas cinco nuevas víctimas fueron encontradas en una parte anegada de la popa de la nave.

Según la información difundida por la Guardia Costera, se trata de cuatro hombres y una mujer, de una edad entre los 50 y 60 años, pero aún se desconoce su identidad y su país de origen.

En la lista de desaparecidos figuran 6 italianos, entre ellos una niña de 5 años, 14 alemanes, 4 franceses, 2 estadounidenses y una peruana, Erika Soria, de 26 años, que trabajaba como camarera en el crucero y que no sabe nadar. Sin embargo, otras fuentes insisten en que es posible que aún haya 40 personas que no han sido localizadas.

Hundido a más de 80 metros

En este escenario, los buzos trabajaban hoy contrarreloj para acabar con las tareas de rescate antes que el buque se deslice y se hunda a más 80 metros de profundidad debido al empeoramiento de las condiciones climáticas.

En las últimas horas, el tiempo ha mejorado ligeramente en la isla del Giglio, pero el servicio meteorológico ya informó que es posible que el jueves se produzca una fuerte mareada, lo que podría fin a toda posibilidad de encontrar a alguien vivo.

Por si no fuera suficiente, aún no han empezado las tareas de extracción de las 2.300 toneladas de combustible que están en el interior del Concordia y que amenazan con provocar una grave catástrofe ambiental en una parque marítimo protegido.

Las tareas de búsqueda de cadáveres y de posibles supervivientes se están realizando con la ayuda de microcargas explosivas para abrir las puertas internas de la nave, según ha explicado este martes el portavoz de los guardacostas italianos, Filippo Marini.

Confianza en hallar supervivientes

Las microcargas explosivas permiten a los equipos de rescate abrir las puertas estancadas así como abrir vías para desplazarse más rápidamente por el interior de la nave, ha explicado Marini. Esta mañana se han escuchado tres explosiones. Marini confía "aún" en encontrar supervivientes porque los equipos de rescate "han encontrado una bolsa de aire en una cabina, material para calentarse y comida. Es posible sobrevivir", ha señalado, optimista, el comandante.