El Gobierno francés ha encargado una investigación administrativa para determinar si hubo fallos en los sistemas de control que permitieron a la sociedad PIP comercializar sus prótesis mamarias, potencialmente peligrosas para la salud y que han sido objeto de una alerta planetaria. El ministro de Sanidad, Xavier Bertrand, anunció ayer que ha solicitado a la Dirección General de Sanidad (DGS) y a la Agencia del Medicamento (Afssaps) que indaguen para "conocer lo que pasó" con estos implantes, que llevan unas 500.000 mujeres en el mundo.

"Quiero saberlo todo, hoy hay elementos para pensar que el gel utilizado para los implantes estaba verdaderamente adulterado", declaró Bertrand. "Cómo en este caso los controles no lo han detectado, esto es lo que me interesa", puntualizó el ministro. Fabricadas en Francia, estas prótesis pueden ser nocivas en caso de que se degrade el envoltorio y se produzca una fuga del gel, puesto que algunos implantes están rellenos de un producto de silicona de origen industrial y la resistencia del material que lo recubre se ha demostrado defectuosa. La muerte de una mujer cuyas prótesis se habían deteriorado desató la alarma.

60 MILLONES DE EUROS Se han detectado 20 casos de cáncer entre las 30.000 mujeres francesas que llevan los implantes PIP. Aunque no se ha establecido una relación causa efecto, el Gobierno ha recomendado que se retiren, incluso si no hay signos de que el implante se haya degradado. El coste de estas intervenciones para la seguridad social se estima en 60 millones de euros

El ministro precisó también que, en los próximos días, mantendrá una conversación telefónica con sus homólogos europeos para informarles del desarrollo de la investigación. La empresa que ha fabricado las prótesis mamarias, Poly Implant Prothèse (PIP), exportó la mayor parte de su producción hasta el cese de su actividad en marzo del 2010. Latinoamérica, España y Gran Bretaña han sido los principales destinatarios. Según un abogado que representa a las afectadas, la mala calidad de los implantes confeccionados por PIP era "un secreto a voces" en el mundillo de la cirugía estética.

Los análisis realizados por la Afssaps en las prótesis halladas en los locales de PIP ha puesto en evidencia que el gel que contienen no solo no respeta la reglamentación, sino que es irritante y tóxico. Hasta ahora, 2.172 mujeres portadoras del implante han presentado una demanda contra la empresa fabricante. La seguridad social francesa también ha recurrido a la justicia con una querella por engaño y estafa que podría salpicar también a los cirujanos que utilizaron estas prótesis.