Las probabilidades de que a una persona le toque un premio (incluidos reintegros) de los que se sortean el próximo 22 de diciembre en la Lotería de Navidad es de un 15 por ciento, según ha explicado el matemático del Instituto de Ciencias Matemáticas, David Martín de Diego. Así, ha señalado que "matemáticamente, la mejor opción es no jugar".

El aumento de números que se ha producido en esta edición del sorteo disminuyen más las probabilidades de que a una persona le toque uno de los premios.

Martín de Diego ha indicado que esta probabilidad se calcula de manera "sencilla", siempre con la misma fórmula: casos favorables entre casos posibles. Así, si se compra un sólo número, la probabilidad que existe de que toque el gordo es de 1 entre 100.000 es decir, un 0,001 por ciento. Si bien, ha apuntado que si se tienen en cuenta todos los premios que pueden tocar en un sorteo de estas características la probabilidad aumenta hasta algo más del 15%, "incluido un reintegro". En este sentido el reintegro representa el 10 por ciento de los premios.

SUPERSTICIONES En cuanto a las supersticiones que giran en torno a este sorteo, relacionada con números bonitos o terminaciones favoritas, el matemático señala que "da igual cuando y dónde se compre un número" ya que "la probabilidad es siempre la misma". En cuanto a la creencia de que existen administraciones de lotería que son más afortunadas que otras, el matemático indica que se trata de un "error típico". "Si alguna de estas administraciones vendiese hasta la mitad de los números posibles, algo que no es nada raro, entonces, un cálculo sencillo determinará que tendría el 87 por ciento de posibilidades de que le toque, al menos, uno de los tres primeros premios", explica.

De Diego indica que estas administraciones juegan, "legítimamente, con la ignorancia matemática de la población española". A su juicio, "hacer cola para comprar un número en una determinada administración es absurdo".