La Comisión de Energía Atómica de Israel ha detectado "trazas minúsculas" de residuos de materiales radiactivos en la atmósfera procedentes de Japón, pero no suponen ningún riesgo ni para la salud ni para el medioambiente. Según un comunicado difundido por esa institución, se han hallado partículas de yodo 131 en el aire, en niveles de 0,0005 becquerelios (bqs) por metro cúbico, informó hoy el diario israelí "Haaretz". La Comisión de la Energía Atómica nacional aseguró que los residuos proceden de la central nuclear japonesa de Fukushima, gravemente dañada por el terremoto y el tsunami del pasado 11 de marzo, pero insistió en que su volumen es "completamente ínfimo". Los niveles, afirman, no conllevan ningún peligro ni obliga a recomendar medidas de precaución ni cambios en la rutina de los israelíes. La concentración radiactiva detectada en Israel, en países europeos y en Estados Unidos a raíz de la catástrofe, recuerda la Comisión, son muy bajos y no presentarán riesgo alguno incluso si continúan durante un largo período de tiempo. La nota recuerda que, en los días posteriores al desastre nuclear de Chernobyl en 1986, se registraron en las inmediaciones al reactor niveles de hasta 100.000 bqs por metro cúbico.