Ramon Laso Moreno, de 56 años, era desde el principio el principal sospechoso de la desaparición en marzo del 2009 de la mujer con la que convivía, Julia Lamas, de 56 años, y del cuñado de esta, Mauricio Font, de 50. Pero los investigadores no tenían pruebas para incriminarlo. Ayer, después de dos años, los Mossos detuvieron a Laso, de quien sospechaban que planeaba huir a Suramérica. El detenido fue condenado a 57 años de prisión en 1993 por la muerte de su anterior mujer y de un hijo de la pareja.

Los parroquianos del bar La Parada del barrio de Riuclar de Tarragona todavía se asombran ante el desenlace de los hechos. Laso fue detenido en el establecimiento que regentaba y posteriormente fue trasladado a la vivienda de la calle del Príncep Viana de Els Pallaresos (Tarragona), donde residía con una nueva esposa. Los agentes se hicieron cargo de diferentes objetos y documentación en los registros que realizaron en el bar y en el domicilio del detenido.

"Siempre hemos estado convencidos de que Laso era el culpable de las desapariciones", explicó ayer Pedro Sutil, abogado de la acusación particular. "Lo hemos pasado muy mal", reconoció Mercedes Lamas, hermana y esposa, respectivamente, de los dos desaparecidos, a la que el mismo Laso le comunicó en marzo del 2009 que habían huido juntos.

Las sospechas de la familia recayeron sobre Laso desde que conocieron sus antecedentes criminales. El detenido ayer gozaba de libertad provisional después de ser condenado en 1993 a 57 años de prisión por el asesinato en 1988 de su mujer, Dolores Camacho,y de Daniel, el hijo mayor del matrimonio, de 6 años.

A pesar de que el informe forense de aquel juicio ya determinó que Laso era un psicópata muy peligroso, en 1999 obtuvo la libertad provisional por buena conducta y otros beneficios del antiguo Código Penal. El juez que lo condenó entonces determinó que estranguló a su mujer y que posteriormente dejó su cuerpo en la vía del tren, para simular un accidente. Ocho meses más tarde provocó un accidente de circulación en el que murió su hijo Daniel. Por ello cobró del seguro una prima de 3,5 millones de pesetas. En la resolución de aquel caso fue clave el trabajo realizado por el investigador privado Jorge Colomar, contratado por la familia de Dolores Camacho. Colomar ha mantenido la investigación sobre Laso en los dos últimos años, ya que la familia de los desaparecidos también contrató sus servicios. La investigación se centra ahora en localizar a los desaparecidos.