El agua del mar cercana a la central nuclear de Fukushima contiene concentraciones de yodo radiactivo 1.250 veces superiores a las permitidas, informó ayer la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón (ASNJ). Las lecturas, tomadas a 300 metros de la costa, multiplican por ocho los registros de la semana pasada. El hallazgo podría indicar que se está filtrando la radiación desde uno de los reactores a través de las aguas subterráneas. Un portavoz de la ASNJ relativizó su impacto en la vida marina porque las corrientes tienden a dispersarlo. El Organismo Internacional de Energía Atómica envió ayer expertos para analizar la contaminación en alimentos.