El hipotálamo, situado en la base cerebral, es el culpable de los trastornos -desajustes en los estados de ánimo y cansancio- que el cambio de hora provocará en las personas, ya que se trata de una región que pertenece al sistema de las emociones en el cerebro y que regula el ciclo sueño/vigilia. La pasada madrugada comenzó la hora de verano y los relojes se adelantaron una hora, un cambio que, según los expertos, afecta poco y es pasajero, pero afecta.

RELOJ INTERNO Y es que el cerebro posee un "reloj interno" situado en el hipotálamo, ha explicado el investigador del Instituto de Salud Carlos III y profesor de la Universidad Complutense, Manuel Martín-Loeches, quien ha agregado que con el cambio horario "de repente" esta región cerebral se encuentra mal sincronizada. Martín-Loeches ha señalado que el hipotálamo regula la cantidad y tipos de hormonas que circulan por el cuerpo a lo largo del día y la noche, para preparar al ser humano para "la acción o el descanso".

DESAJUSTE TOTAL "Es normal que ese desajuste se note en todo el cuerpo, en todos los órganos del cuerpo", apuntado este científico. Hay hormonas, según este investigador, que hacen aumentar la tasa cardíaca, la respiración e, incluso, la actividad del sistema inmune, entre otros, y otras que tienen efectos contrarios. Esto se ajusta a las distintas horas del día, en función de las necesidades cotidianas.

Con el cambio de horario de verano, ha puntualizado Martín-Loeches, una persona cuando llega a casa puede seguir preparada para la acción y no estarlo para el descanso, porque según su "reloj interno" aún se encuentra en la oficina (en acción).

Esto provocará en esa persona al día siguiente cansancio, porque, seguramente, le costará iniciar el sueño.