Los primeros síntomas de que la fuga radiactiva de la central de Fukushima empieza a controlarse sirvió ayer para que la Bolsa de Tokio regresara de un largo fin de semana --el lunes fue festivo--, con una subida por encima del 4%. Asimismo, los bonos públicos movieron su rentabilidad a la baja, mientras que el yen cotizó al alza frente al dólar y el euro, aunque por debajo del récord del viernes, antes de que el Banco de Japón inyectará 35.000 millones de dólares en el mercado para frenar el alza de la moneda japonesa en el mercado.

"El problema de la fuga radiactiva parece que se mueve en la dirección adecuada. Pero todavía hay muchas incertidumbres. Hay que analizar el impacto económico de la fuga y la expectativa de interrupción de suministro eléctrico a largo plazo", comentó Ryosuke Okazaki, de ITC Investment Partners a Reuters. El Nikkei perdió más del 16% a principios de la semana pasada y está el 7% por debajo del comienzo del año.