Los problemas continuaron ayer en la central nuclear de Fukushima, cuando parecía que los operarios tenían ya la situación bajo control. Dos nubes de humo sobre los reactores 2 y 3 redoblaron la preocupación sobre las fugas radiactivas que se suceden desde hace diez días, cuando la central atómica quedó dañada por un terremoto y un posterior tsunami.

El humo del reactor 3, que es el más peligroso de todos por ser el que contiene plutonio, obligó a los trabajadores a desalojar momentáneamente la central nuclear y detuvo los trabajos de conexión de la red eléctrica que deben servir para ayudar a refrigerar los reactores.

Se desconoce la razón de los últimos percances, pero a última hora el humo del reactor 3 había desaparecido y no se había detectado un aumento de la radiactividad. La Organización Internacional de la Energía Atómica dijo ayer que la situación seguía siendo "muy grave", aunque mostró su convencimiento de que "será superada con éxito".

PREVENCION Japón dijo ayer que la empresa que gestiona la planta incumplió su deber de realizar inspecciones en las semanas previas al terremoto. Entre las piezas no inspeccionadas figuran los generadores de emergencia y los sistemas de enfriamiento que el tsunami inundó posteriormente.

Por otra parte, la administración de EEUU empezó a repartir ayer yoduro de potasio entre sus nacionales y familiares en amplias zonas de Japón como medida de prevención ante una exposición a la radiación.