Al margen del problema de las piscinas, limitado por ahora al reactor 4, existe una probabilidad peor: debido a la falta de refrigeración, las barras del combustible situadas en el interior de la vasija, protegidas por una funda de circonio, podrían comenzar a fundirse. En ese caso, se formaría una especie de charco que se acumularía en la parte inferior. Parece ser que eso ya está sucediendo en los reactores 2 y 3. En el accidente de la central estadounidense de Three Mile Island, en 1979 (catalogado de nivel 5), el problema ocasionó la liberación de 120.000 litros contaminados de refrigerante del circuito primario, pero no del peligroso combustible interno. No se registraron afectaciones sanitarias, al menos oficialmente.