Perder la noción del tiempo en la red, conectarse a altas horas de la noche o sentirse ansioso cuando no se navega pueden ser síntomas de que una persona es adicta a internet, pero además en algunos casos esa adicción puede enmascarar una profunda depresión. En España, entre el 80 y 90 por ciento de la población adulta navega por internet, y un 5 por ciento de ellos abusa o hace un mal uso de esta actividad; entre este porcentaje figuran los adictos a la red, cuyas estadísticas resultan difíciles de determinar por ser ésta una de las nuevas adicciones, conocidas como adicciones sin sustancia".

Este tipo de patologías se caracterizan por la inexistencia de un componente químico al que "engancharse". Enrique Echeburúa, catedrático de Psicología Clínica de la Universidad del País Vasco, dedica su carrera a estudiarlas. Además de escribir libros sobre el tema como ¿Adicciones? sin drogas? Las nuevas adicciones y Adicción a las nuevas tecnologías en adolescentes y jóvenes , es el autor de más de cincuenta artículos sobre esta materia. En su opinión, esta adicción no se diagnostica sólo según el número de horas que se navega. Más de tres puede considerarse un síntoma pero los especialistas prefieren guiarse por otras señales de alarma, como perder la noción del tiempo, levantarse al baño en medio de la noche y conectarse a internet, o reaccionar negativamente si un familiar sugiere que tiene un problema.

Pero, ¿qué tiene internet que lo hace tan atractivo para estas personas? Echeburúa considera que la red permite "crear un mundo de fantasía, una identidad ficticia y un tipo de relaciones sociales".