China guardó ayer luto oficial por las víctimas del alud de barro y piedras que hace una semana arrasó una localidad entera en la provincia de Gansu, y donde el número de muertos asciende ya 1.248 y los desaparecidos a 496, según la agencia oficial de noticias Xinhua. A las 10.00 hora local (02.00 GMT), representantes políticos y ciudadanos de todo el país se detuvieron durante tres minutos, en memoria de las víctimas de la arrasada Zhouqu.

En esos tres minutos la sociedad del gigante asiático paró su actividad y salió a las calles para guardar silencio mientras que las sirenas y las bocinas de los automóviles sonaban en señal de duelo. En Pekín, miles de personas se reunieron en la Plaza Tiananmen donde la bandera nacional se izó para luego bajar a media asta.