Medio centenar de personas han muerto como consecuencia de la ola de frío siberiano que, desde el pasado fin de semana, afecta a Rumanía, Turquía, Bulgaria, Polonia y, desde ayer, también a Alemania. Las temperaturas en esta zona del este de Europa han caído hasta los 35 grados negativos y se espera que la situación se prolongue unos días más.

El frente se dejó sentir ya ayer en algunas zonas de España, donde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé una entrada de viento del nordeste, que acompañará durante la jornada de hoy a la borrasca y aumentará la sensación de frío en toda la Península. El descenso de las temperaturas será acusado a partir de mañana, miércoles, cuando se esperan heladas nocturnas intensas, adelantó el portavoz de la Aemet, Angel Rivera. En la mitad norte, la previsión indica que los termómetros marcarán máximas de 3 o 4 grados, mientras que en la meseta sur se registrarán temperaturas de entre 4 y 6 grados centígrados.

Menos halagüeñas son los pronósticos para países como Turquía, donde los termómetros de Estambul podrían marcar los -15 grados. La ciudad sufrió la noche del viernes cortes de luz por una gran nevada.