El consejero de Innovación de la Junta de Andalucía, Martín Soler, ha condenado la normativa sobre evaluación de la Universidad de Sevilla (US), aprobada en septiembre y que reconoce el derecho al alumno a terminar de hacer su examen tras ser sorprendido copiando, y ha manifestado que "no debe confundirse democracia con anarquía".

"Respeto la autonomía de la Universidad de Sevilla, que tiene derecho a hacer un reglamento propio, pero no comparto su decisión", sentenció ayer, al tiempo que aseguraba que, tras conocer la nueva normativa, se sintió "sorprendido" y matizó que para "mal".

El consejero considera que la normativa "favorece a los que hacen trampas y no a la autoridad del profesor", y opina que "se puede garantizar el derecho de los estudiantes de otra forma".

La Normativa Reguladora de la Evaluación y Calificación de las Asignaturas, aprobada en septiembre pasado por el Consejo de Gobierno de la Universidad sevillana, señala en su artículo 20 que aquellos profesores que sorprendan al alumno con "cualquier objeto material involucrado en una incidencia" podrán requisarlo "sin destruirlo".

Además reconoce el derecho de los alumnos a los que un profesor haya decidido suspender por copiar a recurrir el caso a una comisión de docencia, compuesta por tres profesores y tres alumnos con igualdad de voto.

"Al final resulta que los que van a corregir los exámenes son los estudiantes", ironizó Soler, quien insistió en que la aplicación del nuevo reglamento no le parece "el camino adecuado" en este asunto.